Futuro de la Bolsa de Comercio
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Luis Hernán Paúl
Luis Hernán Paúl
En pocas semanas toca renovar el directorio de la Bolsa de Comercio de Santiago. Se trata de una elección que podría gatillar modificaciones importantes en esta institución, partiendo por el cambio de su presidente, quien ha hecho ver que no ira a la reelección.
Antes de comentar otros posibles ajustes que podrían darse en su gobierno corporativo, me parece fundamental recordar que la Bolsa es una sociedad que tiene ciertas particularidades, partiendo por el hecho que no cuenta con un accionista o grupo controlador, sino que con distintos tipos de accionistas (básicamente corredoras de bolsa tradicionales, corredoras de bancos y accionistas que no operan como corredores de bolsa), con intereses que no siempre coinciden. Por ello, es fundamental el rol que pueden jugar en su gobierno corporativo los directores independientes, los cuales si son debidamente escogidos pueden ser especialmente útiles para abordar eventuales conflictos de interés entre los distintos tipos de directores y accionistas.
La Bolsa es una institución clave para el correcto funcionamiento del mercado de capitales. En efecto, la transacción de títulos financieros a nivel público, en especial de acciones y de ciertos instrumentos de renta fija, es una actividad crítica para el descubrimiento de precios y la correcta asignación del ahorro a diferentes proyectos de inversión.
Así como los bancos juegan un rol clave en el mercado de créditos, las bolsas y los corredores de bolsa juegan un rol clave en el mercado accionario. Por ello es que ambos cuentan con una serie normas y son regulados por las autoridades, labor que recae en Chile en la Superintendencia de Valores y Seguros.
Ahora, decía que hay diversos aspectos de su gobierno corporativo que el próximo directorio podría abordar, siendo uno fundamental la selección de su presidente y eventualmente la revisión del rol que le corresponde desarrollar.
Asimismo, creo conveniente analizar la estructura del directorio, en particular revisar sus comités y sus participantes. También recomiendo evaluar si la forma como se escogen los directores independientes es adecuada o requiere modificarse.
Pienso que el comité de buenas prácticas que existe actualmente, el cual está integrado por personas que no son directores de la Bolsa pero tienen una destacada trayectoria en el mundo privado, ha desarrollado una buena labor. Me preocupa, sin embargo, que este comité cumpla demasiados objetivos (resolución de reclamos, recomendación de sanciones y medidas correctivas, recomendación de buenas prácticas, etc.) en circunstancias que tiene limitado tiempo, lo que conduce supongo a que no pueda abordar debidamente todas sus funciones.
Eventualmente, se podría contar con un comité de gobierno corporativo que se preocupe exclusivamente de la implementación de buenas prácticas en la Bolsa, el cual sí podría contar con miembros que sean directores de la Bolsa, para aprovechar su experiencia, y otro comité con integrantes que no sean directores de la Bolsa como el que existe actualmente, que se ocupe del procesamiento de reclamos, dictación de sanciones y cumplimiento de normas. También valdría la pena evaluar si se justifica que exista un comité de desarrollo, el cual se ocupe de temas como la internacionalización, nuevos productos y cambios tecnológicos, los cuales son clave para el futuro de la Bolsa.
Pienso que el nuevo directorio debiera focalizarse en los múltiples desafíos que enfrenta la Bolsa actualmente, su proyección a futuro, y dejar atrás las recriminaciones que han levantado algunos agentes del mercado por las fallas y/o falencias que pudieren haberse producido en los últimos años.
Creo que la Bolsa es una institución que ha hecho un gran aporte a Chile en los últimos 35 años, y que puede continuar jugando un rol clave en el desarrollo del mercado de capitales.